El gobierno ruso anunció que hay unos 50 países en espera de su vacuna contra el Covid-19, Spuknit-V, la primera en registrarse en agosto de este año.
La estrategia rusa en el mundo no solo tiene que ver con la salud. La vacuna se ha convertido, también, en la punta de lanza geoestratégica de la Federación rusa en un mundo altamente convulsionado y afectado por la epidemia del coronavirus.
El gobierno presidido por Vladimir Putin ha dicho que los primeros en ser vacunados serán los rusos y en especial la población considerada de alto riesgo, es decir, el personal vinculado al sector salud y las personas de avanzada edad, las más propensas a contagiarse. Con este propósito, ha iniciado la campaña de vacunación y espera haber inmunizado unos 2 millones de rusos antes de que finalice el año 2.020.
50 países en la cola
En América Latina, al menos tres países (Argentina, México y Venezuela), han solicitado a Rusia importantes cantidades de la vacuna para inmunizar a su población.
Incluso, Alberto Fernández, Andrés Manuel López Obrador y Nicolás Maduro, respectivamente, han dicho que serán los primeros en vacunarse, como un ejemplo hacia el resto de los ciudadanos y una demostración de confianza hacia el fármaco ruso.
La vacuna producida por el Instituto Gamaleya, también ha sido solicitada por los estados brasileños de Paraná y Bahía. La India, Corea del Sur y Egipto, también aparecen en la lista de los países que esperan altas dosis de la vacuna rusa.
En total, Rusia prevé que necesita por ahora mil 200 millones de dosis de la vacuna para satisfacer la demanda inicial del fármaco. Y supone que en la medida en que la vacuna se vaya aplicando y genere resultados satisfactorios, se irá incrementado la demanda.