Todo parecía normal hasta antes de los 10 kilómetros del final de la segunda etapa del Tour de Francia.
De pronto y como un lobo hambriento, Julián Alaphilippe se marchó en busca del final en Niza. Había un premio de bonificación en Col des Quatre Chemins y tras ese trofeo salió el francés. El suizo Marc Hirschi le hizo sombra y más tarde se unió al grupo el británico Adam Yates.
La bonificación mayor (8 segundos) fue para Yates. Al francés le correspondieron 5 segundos y al suizo 2 segundos. Si todo resultaba dentro de la lógica y los tres llegaban a disputar la etapa, Adam Yates sería el líder del Tour, aunque no ganara en Niza.
Pero no fue así. Alaphilippe vio que el lote se les iba encima. A 200 metros de la meta lanzó un feroz ataque y dejó al británico y al suizo pegados al pavimento. Se alzó con la etapa y con el liderato de la carrera más importante del mundo.
Ahora sabe que tiene que cargar con la responsabilidad de portar la camiseta amarilla de líder. Alexander Krsitoff, el líder en la primera etapa, se había perdido en los repechos iniciales de la segunda etapa que tuvo tres premios montañosos en los que no figuraron ni el francés, ni el suizo ni el británico ni los colombianos.
Al final, Alaphilippe ganó la etapa y el liderato.
El suizo Marc Hirschi se ubicó segundo
El británico Adam Yates llegó tercero
El primer colombiano fue Sergio Andrés Higuita en el quinto puesto.
Miguel Ángel López, Egan Bernal y Nairo Quintana fueron 16, 17 y 18, respectivamente.