El esloveno Tadej Pogacar (UAE) se ha impuesto en la octava etapa del Giro de Italia disputada entre Spoleto y Prati di Tivo, de 152 kilómetros, por lo que aumenta su poder con la maglia rosa de líder.
Pogacar no ganó esta vez en solitario, tan solo atacó a 150 metros de la meta para llevarse la tercera victoria al esprint. El doble ganador del Tour de Francia entró con un tiempo de 4h.02.16, a una media de 37,6 km/hora.
La segunda plaza fue para el colombiano Daniel Felipe Martínez (Bora) y la tercera para el australiano Ben O’Connor (Decathlon)- Este domingo la novena etapa llevará al pelotón de Avezzano a Napoles en un recorrido de 214 km.
QUINTANA Y PELAYO EN LA PRIMERA ESCAPADA
Interesante escapada inicial con 14 corredores, entre ellos Nairo Quintana y Pelayo Sánchez (Movistar), Bardet, el mejor clasificado en la general a 5.23 minutos, De Marchi, Storer y Alaphilippe, una aventura producto de los múltiples ataques en el primer ascenso del día, el alto de Forca Capistrello (2a, 16,4 km al 5,6).
Una aventura que no preocupó en exceso a Pogacar y su escuadra, pero tampoco era para descuidarla por la presencia de Bardet. El UAE dirigió el ritmo del pelotón, manteniendo a raya a los rebeldes en torno al minuto y medio y con las principales dificultades por llegar.
Pogacar domina y controla, como si tuviese prisa por sentenciar el Giro para guardar fuerzas para el Tour. La llegada a Prati di Tivo no le era ajena, allí ganó en la Tirreno de 2021, y la subida le venía de maravilla. Demasiadas razones como para permitir el éxito de la escapada.
No obstante, el grupo de avanzadilla trepó con opciones el Croce Abbio Capannelle (3a, 8,1 km al 4,7), por cuya cima la diferencia se mantenía intacta. Restaban 24 km hasta el pie de Prati di Tivo y el UAE seguía haciendo su trabajo en el descenso, dejando claro que el jefe esloveno iba a hacer una de sus demostraciones.
POGACAR SE IMPONE CON AUTORIDAD, PERO SIN DESTROZOS
El inicio del ascenso a Prati di Tivo (1a, 14,7 km al 7) supuso la entrega de la fuga. Uno a uno fueron claudicando ante el ritmo de los hombres de Pogacar. A 9 de meta solo el joven francés Paret Peintre se empeñó en resistir, inasequible al desaliento. Los hombres de la general, con Thomas y Daniel Martínez iban a rueda, a la espera de acontecimientos.
La única incógnita era saber cuándo iba a atacar Pogacar. Sus compañeros Grobschartner y Majka despejaron la pista, anularon las ilusiones de Peintre y el patrón del Giro, a diferencia de otras ocasiones, no despegó hacia la gloria en la simbólica cima de los Abruzos desde lejos.
Fue una llegada táctica, controlada, con confianza en sus fuerzas, y sobre todo, muy bien trabajada por todo su equipo. Los hombres del líder se dejaron el alma, el líder, sin el cuchillo entre los dientes, solo esperó el momento para ganar. Sin más.
Y eso sucedió. Trataron de sorprender el italiano Tiberi, el neerlandés Arensman y el australiano Storer, pero enseguida se cortaron ante la reacción disuasoria del gran jefe, quien para evitar revueltas arrancó a 150 metros de meta para apuntarse el triplete. Otro paso hacia la maglia rosa en su debut en el Giro. Otro aviso para los rivales.
Este domingo la novena etapa llevará al pelotón de Avezzano a Nápoles en un recorrido de 214 km, la segunda más larga de la presente edición.