Por: Abrahan Aldama Bustamante
Siempre hemos escuchado la frase “pelean como perros y gatos”, pues ésta visión nos hace pensar que estos animales, que suelen ser las mascotas preferidas por las personas, no pueden llevar una vida en común en la misma casa ya que el estigma que se ha impuesto afirma que sería una convivencia incómoda, llena de episodios violentos y de peleas constantes entre ellos.
Sin embargo, esta tesis se ha podido rebatir parcialmente con las distintas experiencias que los amantes de los animales han vivido, al tener en sus casas estas mascotas.
Se ha demostrado, que no es una realidad firme el hecho de que no puedan convivir un perro y un gato en la misma casa y bajo los mismos cuidados, más bien se ha observado que siendo criados con disciplina y obediencia, éstas simpáticas mascotas pueden estrechar sus lazos afectivos entre sí, llegando a quererse y respetarse enormemente.
Mostraremos algunos tips para llevar a cabo una crianza efectiva y sin traumas en conjunto de felinos y caninos, para así llevarla de la mejor manera posible en beneficio de todos en el hogar.
Jerarquía humana
Siempre es importante hacerle sentir a nuestros peludos compañeros, que la autoridad en casa es de parte del humano; los gatos por lo común, suelen ser más independientes y autosuficientes, difícilmente reconocen autoridad y más bien buscan sumisión por parte de su entorno.
Esto conlleva, a que si sienten en peligro su posición en casa reaccionen con altivez y más si hay otra mascota en el hogar, ocasionando peleas que pueden tornarse violentas si no sabemos controlarlas.
Por eso, es importante señalarle muy bien su rol a cada mascota, en el caso de poseer un perro y un gato; mostrarles la autoridad debida y que son ellos los que deben adaptarse al entorno, ya que por su instinto intenten ser cada uno el dominante y el perro en especial, por su contextura y naturaleza más fuerte, procure establecer su poder frente al gato, generando conflictos que solo nosotros podemos amortiguar con disciplina.
Es necesario destacar, que para hacer más llevadera la relación entre nuestros perros y gatos, no es recomendable llegar al maltrato físico, más bien esto empeoraría la situación al colocar a la mascota en permanente defensa y predisposición, además que el maltrato animal, es un acto despreciable.
Con solo ser tajantes en la demostración de autoridad y no menospreciar a ninguna de las partes frente a la otra, ya estaremos logrando resultados positivos con nuestras mascotas.
¿Cómo imponer la jerarquía?
Debemos recordar que nuestros perros sienten su entorno como su hábitat natural y a nosotros nos observan como su “líder”. Con ellos la tarea de hacerles ver la jerarquía es algo más sencilla, siendo firmes al momento de llamarles la atención, se está dejando claro que la autoridad proviene del humano. También regañarlos fuertemente al momento de que ellos sean los que generen una pelea con el gato, les servirá de escarmiento y entenderán que para convivir en el mismo techo debe existir respeto mutuo.
Ya con nuestros amigos felinos, dada su naturaleza independiente, la imposición de jerarquía es sumamente difícil pero no imposible; así como conseguimos gatos más fáciles de domesticar, observamos también quienes son más indómitos y renuentes, esta es una técnica efectiva para conseguir que el gato, si es el caso de que se incomoda por la presencia del perro, se adapte a vivir con disciplina con su compañero canino.
También a modo de imponer jerarquía por parte de nosotros, es necesario no mostrar preferencias entre nuestras mascotas, siempre tratarlos con respeto y hacerles por igual las exigencias debidas, por ejemplo: no entrar a ciertas habitaciones, ubicarles sus lugares de descanso, de comer y beber, además de manifestarles amor en las mismas cantidades a cada uno.
Todo se resume a que está en nuestras manos la conducción de las relaciones entre nuestros felinos y caninos en casa, siempre esperamos que la convivencia entre ellos sea armoniosa y muy vistosa, como hemos notado en muchos casos; pero debemos tener en cuenta que estas son situaciones que no siempre saldrán como esperamos y que al haber reacciones negativas entre ellos debemos manejar con autoridad y decisión los inconvenientes para lograr un desenvolvimiento felíz en la vida con nuestras mascotas.