
Continúa el drama de los migrantes que aspiran ingresar a Estados Unidos. Foto: El País
Misael Salazar F.
Desde este miércolesentró en vigencia la medida del presidente Joe Biden que prohíbe el ingreso de migrantes ilegales a los Estados Unidos.
En realidad, se trata de una restricción drástica del derecho de asilo a las persones que ingresen de forma ilegal al país, aunque Biden insiste que se trata de una medida temporal.
A juzgar por el criterio del gobierno estadounidense, actualmente la frontera está sobrecargada, pues estaban ingresando a EE UU más de 2.500 personas diarias de forma ilegal.
Cuando el presidente Biden habla de la temporalidad de la medida, quiere decir que cuando el promedio de ingresos ilegales baje a unos 1.500 diarios, cesarán las restricciones.
Las cifras de Migración Colombia, sin embargo, hacen pensar que es muy difícil que baje el promedio de aspirantes a ingresar a Estados Unidos.
El organismo señala que, en lo que va del año, han cruzado por la selva del Daríen unas 175.000 personas con destino a Estados Unidos y de ellos hay unos 118.000 venezolanos y casi 10.000 colombianos.
Antes del decreto que firmó Biden la madrugada de este miércoles, los migrantes ilegales ingresaban a Estados Unidos y comenzaban a procesar el derecho de asilo. Con esta medida, el solo hecho de ingresar ilegales es causal para deportarlos a sus países de origen.
Solo quedan exceptuados de la expulsión los niños que crucen solos la frontera, las personas que prueben ser víctimas de tráfico ilegal, quienes prueben que han hecho alguna solicitud de cita para tramitar el asilo y quienes demuestren que su vida corre peligro.
La ONU ya fijó posición alegando que el asilo es un derecho humano que queda violado con esta decisión de Joe Biden.
Mientras tanto, en Colombia, el Defensor del Pueblo, ha llamado la atención acerca de las consecuencias de esta medida del gobierno estadounidense.