
El elefante blanco más grande de Santander se halla en Floridablanca. Foto: Archivo
Misael Salazar F.
Floridablanca no es el municipio de Santander que más obras inconclusas tiene, pero si es el de mayores pérdidas económicas ocasionadas por estos “elefantes blancos”.
Un trabajo de investigación publicado con la firma del periodista santandereano Camilo Silvera, determina que hay 72 obras inconclusas en Santander, cuyo monto en pérdidas económicas asciende a 280.000 millones de pesos.
Con datos aportados por el concejal de Bogotá, Daniel Briceño, Silvera sostiene que San Vicente de Chucurí lidera el ranking de los municipios con más obras inconclusas en el departamento, con 8 en total, seguido del área metropolitana y Barrancabermeja.
Otro dato importante es el relacionado con Floridablanca. El municipio dulce lidera el ranking en Santander, de las jurisdicciones con más pérdidas económicas por las obras inconclusas.
El informe señala que producto de los elefantes blancos, en Floridablanca se han perdido 105.000 millones de pesos, es decir, el equivalente al 37,5% del total de dinero perdido en Santander por estas obras inservibles.

El periodista Silvera menciona dos obras inconclusas en Floridablanca, cuyo mosto asciende a 105.000 millones de pesos: La estación de Metrolínea en Papi Quiero Piña, a la cual se le invirtieron 99.000 millones de pesos y el Complejo Cultural del barrio La Cumbre, cuya inversión fue de 3.500 millones de pesos. Ninguna de las dos está operativa.
Pero hay más obras inconclusas en Floridablanca. La exconcejala, Milady Tovar Cabarique, denunció en su oportunidad el acueducto rural de una vereda al cual se le invirtieron casi 2.000 millones de pesos y de esa obra solo quedan las ruinas.

Es válido aclarar que esas obras inconclusas o elefantes blancos, corresponden a administraciones municipales anteriores a la del actual alcalde, José Fernando Sánchez.
Ejemplo: Los recursos asignados para el Complejo Cultural y Recreativo del barrio La Cumbre (3.500 millones de pesos), fueron aportados por el entonces gobernador de Santander, Horacio Serpa Uribe, durante la administración municipal del alcalde Eulices Balcázar Navarro.
Quiere decir que las ruinas del complejo cultural La Cumbre, han sobrevivido a varios alcaldes, sin que ninguno haya hecho algo por rescatar sus instalaciones y colocarlas al servicio y disfrute de la comunidad.