Gerardo Castro Pérez
Los historiadores afirman que con el desarrollo de la cerámica Jomon, en Japón, la alfarería nace hace unos 12.000 años.
La alfarería más antigua de América Latina de la que se tenga registro está compuesta por los objetos de Kotosh-Hauyrajirca, que fueron encontrados en Perú y que dataría del año 1.850 a.C.
En Colombia, Ráquira, es quizás el más importante de los centros cerámicos del país y un referente obligado en el tema menestral, ya que Ráquira se denomina “capital artesanal de Colombia”.
Y conocido por todos es que, en el departamento de Santander, el referente de la alfarería siempre fue el sector de Palomitas en el municipio de Floridablanca.
Palomitas ha escrito la historia de la cultura alfarera en la región
En Palomitas, artistas y estudiantes universitarios participan en el taller de cerámica dictado por el maestro Henry Buitrago. Foto: Ciudad Florida
Hace 4 décadas, allí, en el barrio Palomitas de Floridablanca, se encontraban cerca de 50 talleres de alfarería, ahí laboraban más o menos, 300 trabajadores.
Hasta hace unos pocos años casi todas las artesanías hechas con barro que se comercializaban en la región eran elaboradas en Palomitas. Pero dos factores influyeron al retroceso de la actividad: la demanda de los productos poco a poco disminuyó en el mercado, y la construcción de desarrollos habitacionales en el lugar fue urbanísticamente copando los predios otrora los hornos. Hoy, solo quedan 3 familias ejerciendo la actividad, 3 talleres, 3 hornos.
Un artista quiere rescatar la tradición
Su nombre es Henry Buitrago, de profesión artista plástico, preparado académicamente en la Escuela Superior de Artes de Boyacá, Tunja, además de haber cursado estudios de pregrado en la Universidad de la Sabana, en Bogotá.
Video: El arte de la cerámica en Palomitas
Expositor, director de proyectos artísticos, docente universitario, ganador de premios, ilustrador de libros, creador de organizaciones culturales, instructor de pintura avanzada, profesor de cerámica y serigrafía, evaluador y director de proyectos de grado, curador de arte y jurado en eventos artísticos culturales.
El maestro Henry, tal como es conocido en el mundo de las artes plásticas, reside en Floridablanca, además lo hace muy cerca al emporio del barro modelable y moldeable: Palomitas.
Palomitas, patrimonio y turismo
Palomitas vive, vibra y se niega a morir. Fundamental sería el apoyo institucional para la conservación del patrimonio histórico. Foto: Ciudad Florida
“Es hora, es momento, es día ya de unir fuerzas, concertar, proyectar y rescatar tan importante hito cultural llamado Palomitas”, dice Henry Buitrago.
Y agrega: “No planteamos que nuevamente se pongan a funcionar 40 o 50 hornos, por supuesto que estamos conscientes de la contaminación generada por la quema de la leña. Nuestra propuesta es, que con el apoyo del señor alcalde José Fernando Sánchez, el director de la Casa de la Cultura Piedra del Sol Oliverio Solano Cala, y la dirección de Patrimonio y Memoria del Ministerio de Cultura, logremos restaurar y poner en funcionamiento cónsono al menos uno de los hornos (ya no con leña sino a gas) y que el lugar esté abierto al público convirtiéndolo en sitio obligado de visita para propios y extraños en calidad de referente turístico florideño”.
El objetivo consiste en salvaguardar los saberes y las prácticas relacionadas con la alfarería en Palomitas y el conjunto de técnicas que hacen posible el oficio con el fin de garantizar su permanencia en el tiempo, su transmisión de saberes autóctonos y el fortalecimiento de la identidad florideña.