
Para la tarde de este lunes ha sido convocada una reunión con la asistencia del gobernador Mauricio Aguilar Hurtado, las autoridades sanitarias y los alcaldes del área metropolitana de Bucaramanga, con el fin de evaluar nuevas medidas que ayuden a evitar la propagación del Covid-19.
El cónclave se le llevará a cabo en momentos en que Santander vive lo que las autoridades han denominado un rebrote o un segundo pico de contagios.
El propio Gerente Departamental para la estrategia Covid, Luis Felipe González Castro, anunció que los casos de contagio en Santander se han incrementado en un 35% en las últimas semanas.
Este dato se corrobora con el reporte diario del Ministerio de Salud, donde Santander registra más de 500 casos diarios de contagio, aunque en los últimos dos días las cifras han descendido de nuevo.
Como consecuencia de este incremento, se ha declarado la alerta roja en la red hospitalaria de Santander. La medida se genera por el alto nivel de ocupación de camas UCI en el área metropolitana de Bucaramanga, llegando a superar el 90%. Clínicas como la Foscal y el Hospital Universitario de Santander (HUS), incluso, han emitido comunicados donde informan que la ocupación UCI está llegando al 100%.
Nuevas medidas contra el Covid
Está previsto que, en la reunión de esta tarde, el gobernador y los alcaldes del área metropolitana, Juan Carlos Cárdenas (Bucaramanga), Miguel Ángel Moreno (Floridablanca), Mario José Carvajal (Piedecuesta) y Carlos Román (Girón), entre otros, analicen y aprueben un conjunto de medidas para frenar la propagación de la pandemia.
Una de las propuestas del gobernador Mauricio Aguilar es regresar al pico y cédula bajo la modalidad par e impar, que ya fue impuesta en el departamento hace algunos meses. En la práctica, esta medida implica que diariamente se movilice la mitad de la población, con lo cual puede atacarse la propagación del Covid.
En la reunión también se evaluará la posibilidad de aplicar un toque de queda más estricto, atacar las denominadas “rumbas clandestinas” y poner en práctica medidas disciplinarias más severas para evitar aglomeraciones y por ende que las cifras de contagios continúen creciendo como ha venido sucediendo hasta ahora.