
La quebrada Las Gachas, una joya natural ubicada en el municipio de Guadalupe, Santander, ha sido cerrada temporalmente debido a la grave sequía que afecta a la región. Este emblemático destino turístico, conocido por sus “jacuzzis naturales”, formaciones rocosas que crean pozas de agua cristalina, representa un importante atractivo para locales y visitantes, pero también un ecosistema delicado que requiere protección ante condiciones climáticas extremas.
Una medida necesaria para preservar el recurso hídrico
Las autoridades municipales, lideradas por el alcalde Gustavo Franco Gómez y el Consejo Municipal de Gestión del Riesgo, han decidido prohibir el acceso para actividades recreativas y baños en la quebrada y otros cuerpos de agua como La Gloria, El Salitre y la Cascada de la Llanera. Esta decisión responde a los críticamente bajos niveles de agua, agravados por temperaturas que en ocasiones han superado los 38 grados Celsius. Además, se ha emitido una alerta por posibles incendios forestales en la región, lo que ha reforzado la necesidad de medidas preventivas.
Aunque el baño está restringido, las caminatas y actividades de observación en los alrededores de Las Gachas siguen permitidas, promoviendo un turismo más sostenible. La administración local también ha implementado otras medidas como la promoción del uso eficiente del agua, la prohibición del lavado de vehículos y fachadas, y un monitoreo constante de los niveles en la planta de tratamiento y distribución de agua potable. Sanciones serán impuestas a quienes incumplan estas disposiciones.
La importancia de Las Gachas para Santander
Conocida como “La quebrada que murmura”, Las Gachas es más que un atractivo turístico. Este lugar simboliza la riqueza natural de Santander y forma parte del patrimonio ambiental y cultural del municipio de Guadalupe. Las pozas naturales, cuyas tonalidades van desde el azul claro hasta el verde esmeralda, atraen a miles de turistas cada año, convirtiéndola en un motor económico clave para la región.
Sin embargo, la presión turística y los cambios climáticos han puesto en riesgo la sustentabilidad de este paraíso natural. En temporadas anteriores, también se han implementado cierres similares para evitar daños al ecosistema y garantizar la seguridad de los visitantes. Estas acciones evidencian la fragilidad del entorno y la necesidad de un turismo más consciente y respetuoso.
Una alerta para todos los santandereanos
La situación actual en Guadalupe es un llamado de atención para todos los habitantes de Santander. La región enfrenta una de las sequías más severas de los últimos años, con impactos significativos no solo en los cuerpos de agua, sino también en la agricultura, el abastecimiento de agua potable y los ecosistemas locales. Las autoridades instan a la población a adoptar hábitos responsables en el consumo de agua y a respetar las medidas establecidas para mitigar los efectos de la sequía.
La reapertura de Las Gachas estará condicionada a la recuperación de los niveles hídricos y a las recomendaciones de los organismos de gestión del riesgo. Mientras tanto, el compromiso de los ciudadanos y la cooperación de los turistas son fundamentales para preservar este tesoro natural para las futuras generaciones.