Se habían comprometido acompañar al mandatario municipal, Mario José Carvajal, en su gestión como alcalde y todo indica que lo habían hecho bien hasta hace unos días.
Incluso, fueron parte fundamental del equipo del alcalde, cuanto Carvajal Jaimes tuvo que enfrentar la tragedia que vivió Piedecuesta y que dejó aislado al municipio e incluso a Bucaramanga con otras provincias del departamento.
Y cuando surgió la pandemia de la Covid-19, a los funcionarios, especialmente al encargado de Gestión de Riesgo, se le vio muy activo por todo el municipio contribuyendo con la entrega de kits alimenticios y promoviendo las medidas sanitarias para evitar la propagación de la Covid-19.
Pero las medidas sanitarias que ellos difundían y promovían entre la propia comunidad piedecuestana, junto al alcalde, no fueron acatadas por los propios funcionarios, razón por la cual el mandatario municipal tomó la decisión de separarlos de los cargos y ordenar una investigación a cargo de los organismos de control, por lo que el alcalde se quedó sin jefes titulares del Ider-Piedecuesta, Gestión de Riesgo y Oficina de Empleo del Municipio.
¿Cómo sucedieron los hechos?
El alcalde no ha ido al detalle sobre la forma como sucedieron los hechos.
Se filtró a los medios de comunicación que el día 22 de mayo, llegó la policía al parqueadero del Barrio Junín, donde unas 20 personas participaban de una fiesta, violando el aislamiento preventivo obligatorio decretado por el gobierno colombiano para luchar contra la propagación del Covid-19.
El hecho quizás hubiera pasado inadvertido, de no ser porque, entre quienes participaban de la fiesta, se hallaban dos funcionarios del gabinete municipal de Mario José Carvajal: Edgar Bohórquez, director de Ider-Piedecuesta y Andrés Almeida, Jefe de la Oficina de Empleo del municipio.
El otro hecho cuestionable sucedió, al parecer, en la Mesa de Los Santos, un municipio relativamente cercano al área metropolitana de Bucaramanga, muy frecuentado los fines de semana por cuanto allí hay muchas fincas y sitios de recreación.
Hasta allí se habría trasladado Giovany Rondón, Jefe de la Oficina de Gestión de Riesgo de Piedecuesta, muy activo durante la entrega de kits alimenticios a las familias vulnerables de Piedecuesta y también durante la avalancha del mes de febrero que dejó unos 13.000 damnificados en el municipio.
El alcalde toma medidas
Enterado de la situación, lo primero que hizo el alcalde, Mario José Carvajal, fue llamar a su despacho a los citados funcionarios.
Los puso al tanto de lo que ellos (los funcionarios) ya sabían. Les recordó que los primeros en acatar la ley son los funcionarios, por aquello de que la ley entra por casa y porque quienes se encargan de aplicar la ley son los primeros que deben dar ejemplo.
Lo primero que hizo el alcalde fue separar de sus cargos al director del Ider-Piedecuesta y al director de la Oficina de Gestión de Riesgo. Al mismo tiempo ordena una investigación contra los dos funcionarios.
Ambos funcionarios entienden la actitud del mandatario municipal y renuncian a sus cargos respectivos y el alcalde acepta la dimisión, dejando el caso en manos de los entes investigadores.
Respeto al tercer funcionario (Andrés Almeida), quien se hallaba al frente de la Oficina de Empleo Municipal, Mario José Carvajal Jaimes ordena igualmente la apertura de investigación en su contra y notifica que su contrato está por vencerse y que el mismo no será renovado ante la falta grave que supuestamente cometió.
De esta manera parece terminar la breve permanencia de estos tres funcionarios en el gabinete municipal de Mario José Carvajal Jaimes, uno de los alcaldes más activos durante la pandemia de la Covid-19. Con estas decisiones, el mandatario municipal envía un mensaje: No está dispuesto a tolerar actos de indisciplina y menos viniendo de sus propios colaboradores, por cuanto son ellos los encargados de dar ejemplo a los habitantes de Piedecuesta.