
Poetas, músicos, ensayistas, pintores, líderes sociales, jóvenes, empresarios y concejales, todos se comprometieron a defender los Cerros Orientales del proceso de deforestación.

Misael Salazar F.
Había que comprometer la palabra con la defensa de los Cerros Orientales de Floridablanca y el lunes 12 de octubre quedó comprometida.
Hasta el auditorio los Conquistadores de Cañaveral fueron arribando poetas, ensayistas, cuentistas, músicos, declamadores, líderes sociales, jóvenes, niños, concejales y empresarios a sumarse al grito para impedir que acaben con 17.000 árboles de los Cerros Orientales de Floridablanca, dizque porque el progreso necesita una vía Conectante.

El compromiso de los florideños estuvo acompañado en otros rincones del mundo. Como la palabra es universal, o es de todos o no es de nadie, la poeta mexicana Beatriz Cecilia aportó la suya para acompañar esta batalla por la naturaleza. O sea, por la vida.
Hizo lo propio el poeta ecuatoriano Raúl Vallejo con un poema dedicado a la vieja máquina de coser Singer con la que su madre acompañó su ciclo vital. También Vallejo adquirió el compromiso de decirle al mundo que en Floridablanca van a talar 17.000 árboles y que necesitamos más de 300 años para recuperarlos.

Acompañó la batalla por la naturaleza y por la vida la poeta wayú, Delia Bolaño, con un lamento al olvido en que siempre se halla la Península de La Guajira. Y a propósito de la pandemia, la poeta nos recordó que “mientras las aves vuelan libres, nosotros, desde el confinamiento, nos empeñamos en volar libres como ellas”.
Todos, desde México hasta las tierras ecuatorianas, desde La Guajira hasta el Tolima, recordaron y agradecieron que el Encuentro Universal de Escritores Vuelven los Comuneros, es una necedad producto de la testarudez de un hombre como Hernando Ardila González, empeñado en hacer cosas que para otros parecen imposibles o insignificantes. Pero a él le apasionan porque se trata de la palabra que acompaña su existencia misma. De eso alimenta su espíritu. De eso vive.
La lucha también sabe a música
Desde la parte más alta del escenario de los Conquistadores empezó a sonar la guitarra de Mauro Corredor. Él le pone música a la palabra.

Y como otro florideño más, comprometido con el espacio vital que todos habitamos, nos lanzó una proclama con los acordes: “Ama la tierra en que naciste”. Y como lo que se ama hay que cuidarlo, nos quedó claro que estamos en la obligación de cuidar los Cerros Orientales de Floridablanca.
El saxofón medio de Freddy Chona, la voz juvenil de Valeria Arévalo y su acompañante, la guitarra y la voz de otro intérprete, Fernando Camargo y finalmente la alegre interpretación de Sonia Amado, nos sirvieron para recordar que a la protesta y la cruzada por la defensa de los Cerros Orientales no le faltará música ni alegría, porque la vida hay que defenderla con entusiasmo.
Sonia Amado tenía, además, otro motivo para cantar con alegría: Los tres ganadores del concurso literario “Primero la Vida”, forman parte del taller literario que ella dirige desde la Casa de la Cultura Piedra del Sol, institución que conduce la periodista Idania Ortíz Muñoz, quien, por cierto, saludó el acto con un audio donde invitaba a hacer uso de la “Palabra que nos trasciende”.
Los ganadores de “Primero la Vida”
La concejala Milady Tovar Cabarique y la líder Esther Forero, aparecían en el escenario por momentos. Andaban en lo suyo, cuidando que todo resultara como lo habían planificado.

Solo cuando llegó el momento de reconocer al jurado calificador y a los ganadores del concurso “Primero la Vida”, hicieron acto de presencia permanente. Tanto la señora Esther como la concejala, recordaron que la lucha ha resultado larga en defensa de los Cerros Orientales y que hay que continuar, porque “…hay que amar la tierra en que se nace”.
Todos los ganadores le cantaron o le declamaron o le escribieron a los Cerros Orientales. Mario Alfonso Bautista declamó, cantó y escribió “Súplica por los Cerros Orientales”. Con ese poema obtuvo el primer premio del concurso.

El segundo lugar fue para un poema titulado: “Yo defiendo los Cerros Orientales”, cuyo autor es Bruno Armando Guerrero Albán.

Y el tercer lugar fue para un ensayo titulado: “Acción o Extinción”, cuyo autor es Jairo Enrique Angarita Suárez.

Cada quien recibió su premio, gracias al aporte de los empresarios que se vincularon a este evento que tiene sentido, por cuanto de trada de defender la vida con la palabra. En representación de ellos, los empresarios, se hizo presente Álvaro Niño, del Hotel Montefiori, quien, aparte de aportar premios, también comprometió su palabra en la defensa del planeta, más desde la acción que desde la intención.
“Si nos tumban un árbol sembraremos otro”
El acto terminó con una acción simbólica y un compromiso de pasar a la acción. El Comité para la Defensa de los Cerros Orientales regaló a cada asistente una semilla y un vaso con tierra abonada.
La concejala Milady Tovar comprometió a cada asistente con el sagrado deber de proveer agua y cuidado a la semilla hasta convertirla en árbol. La misión es sembrar un árbol por cada árbol que tumben en los Cerros Orientales.
Dentro de unos meses nos iremos a los Cerros Orientales a devolverle a la naturaleza los árboles que han tumbado, dizque para promover el desarrollo. Ellos tumban árboles, nosotros sembramos.