Misael Salazar F.
Hasta el mes de junio o julio del año 2019, Milady Tovar Cabarique era una gran desconocida en la política florideña.
Y era lógico que así fuera. Administradora de Empresas, estuvo siempre dedicada a la actividad privada. Y fue exitosa en este ámbito. Estuvo vinculada directamente a la trasnacional Mabe, trabajo en el que tuvo como cliente, entre otros, al próspero empresario Rafael Ardila. Alguien allegado a la concejala de la Liga, la describe como “…una persona disciplinada, responsable y amante del trabajo”.
Para entonces, Tovar Cabarique no pensaba en la política. Su vida transcurría entre el trabajo como ejecutiva de ventas y el cuido de su relación familiar. No habían, por ese momento, otros planes que la distrajeran. Que le hicieran cambiar su ritmo de vida. La diatriba política no aparecía en su hoja de ruta. Su mundo estaba en otras actividades, muy lejos de la confrontación y el debate de altura al que tanto se referían Aristóteles, Platón, Demóstenes.
Era, por consiguiente, una más, de las miles de personas alejadas del mundanal ruido de la política y más aún, de la politiquería.
Tropezó con una candidatura
Cuando llegó el momento de conformar las listas para el Concejo Municipal de Floridablanca, con miras al proceso electoral de octubre de 2019, Milady Tovar Cabarique fue una de las primeras sorprendidas.
La Liga Anticorrupción de Santander, movimiento político que lidera el hoy ex alcalde de Bucaramanga y candidato presidencial, ingeniero Rodolfo Hernández, le propuso encabezar la lista a la corporación florideña.
Milady Tovar consultó con su esposo y su familia. Socializó la idea con sus amigos y conocidos. Dejó en suspenso el sueño de varias noches, pensando en la responsabilidad que debía asumir si terminaba aceptando el reto de luchar por una curul en el municipio dulce de Colombia.
Al final terminó aceptando el ofrecimiento, no sin antes pensar que ello implicaba dedicarse tres o cuatro meses a recorrer el municipio, hablar con la gente, elaborar un plan de trabajo y “pellizcar”, uno a uno, los votos que se iban a disputar cerca de 400 candidatos al Concejo Municipal de Floridablanca. Pero ya había tomado la decisión. “Era hora de incursionar en el mundo político”, se dijo. Alcanzar la curul era el máximo objetivo en ese momento.
El 27 de octubre de 2019, en horas de la noche, Tovar Cabarique entendió que la decisión y el esfuerzo habían valido la pena. Había alcanzado una de las 19 curules en disputa. Había logrado dar un salto exitoso, de la empresa privada a la política. Otros ideales, otros compromisos. Otras responsabilidades.
Un nuevo referente en el Concejo
El día jueves, 3 diciembre, la concejala Milady Tovar fue convocada por la comunidad de Vericute, una de las veredas de Floridablanca.
–Ayúdenos concejala, le dijeron los vecinos. Estamos prácticamente incomunicados. La vía está totalmente obstruida. Nadie nos escucha. Nadie nos atiende. Ayúdenos concejala, volvieron a decirle.
Milady Tovar Cabarique convocó su numeroso equipo de trabajo, ya curtido en la batalla política porque defiende, desde hace tiempo, los cerros orientales de Floridablanca.
Con los vecinos de Vericute y otras comunidades aledañas iniciaron una protesta de dos horas, acompañados de un pabellón nacional gigante, música, proclamas, cantos y reclamos.
Lo dijeron en alta voz: “No nos iremos de la alcaldía hasta tanto no nos escuchen y nos solucionen nuestros problemas”.
Dicho y hecho: Luego de horas, la concejala se hallaba con una comisión vecinal reunida con el secretario de Infraestructura y la responsable de la Oficina de Gestión de Riesgo.
La protesta culminó con la firma de un acta donde la administración municipal se comprometió a resolver los problemas que aquejan a la comunidad de Vericute.
La conclusión la expresaron los mismos voceros de la comunidad rural: “La concejala Tovar Cabarique es la única que nos escucha, es la que nos acompaña, es la que lucha con y por nosotros”, escríbalo ahí señor periodista.
En defensa de los cerros orientales de Floridablanca
Milady Tovar es la líder política de un movimiento ecológico y ambientalista conocido como Comité para la defensa de los Cerros Orientales de Floridablanca. Rechazan la Conectante C1-C2, una vía que se pretende construir por dichos cerros, por cuanto ya han talado más de 4.000 árboles y deben talar 17.000 en total. Un verdadero ecocidio.
Palo a la corrupción
Como concejala electa por la Liga Anticorrupción, Milady Tovar ha venido asumiendo una lucha frontal contra este flagelo que permea y corroe la sociedad colombiana y florideña.
Promovió un debate de control político a Bomberos de Floridablanca, organismo que ha incurrido en irregularidades, disponiendo sin recato de los dineros que los florideños aportan por medio de la tasa bomberil.
Lidera un movimiento destinado a que la ley castigue a los responsables de un elefante blanco conocido como el Centro Cultural del Barrio La Cumbre, una obra inservible luego de haber invertido 3.500 millones de pesos.
Anda tras la búsqueda de información acerca de dos obras abandonadas por la anterior administración de Floridablanca. Cuida todo lo que tiene que ver con el ambiente en Floridablanca y Santander. Promueve la creación de huertos, lidera todos los sábados las jornadas de limpieza en las quebradas de Floridablanca, convertidas en alcantarillas y depósitos de desechos sólidos.
Con su equipo, prepara comida para los habitantes de calle, escucha las comunidades, atiende a todos quienes buscan su apoyo. No es amante del protocolo. Se detiene a escuchar un reclamo o a solucionarle un problema a alguien.
Todos estos hechos, son los que han convertido a Milady Tovar Cabarique, en tan solo un año de ejercicio como concejala, en el nuevo referente de la política florideña.
