El ex alcalde de Bucaramanga concedió una extensa entrevista a Ciudad Florida. Ofrecemos a nuestros usuarios la primera parte del diálogo con quien aspira ser el próximo presidente de los colombianos.
Misael Salazar Flórez/Gerardo Castro Pérez
El ingeniero Rodolfo Hernández no anda en campaña porque dice ser respetuoso de los lineamientos del Consejo Nacional Electoral (CNE) y el organismo ha dicho que aún no es tiempo de propaganda ni promoción de candidaturas.
“La mayoría de los políticos, y creo que, sin excepción, tienen la práctica de convertir los impuestos en pobreza. Eso es lo que hace la mayoría”.
–Pero sí. Es una decisión tomada. Voy a ser candidato presidencial y con esto respondo a la pregunta de Ciudad Florida.
Lo dijo claro, en voz alta y con una asombrosa convicción, como suele hacerlo.
Desde una amplísima oficina ubicada en Cabecera, Cuarta Etapa, el ex alcalde de Bucaramanga, frente a una espectacular obra de Fernando Botero, explica algunas de las razones por la cuales colocará su nombre como aspirante a la presidencia de la República, en el 2.022, que ya está a la vuelta de la esquina.
–Me siento con capacidad para dirigir el país, responde. De pronto hay otros que saben más que yo, que tienen más conocimiento académico del Estado. Pero no saben convertir el trabajo en riqueza y de eso si se yo. La mayoría de los políticos, y creo que, sin excepción, tienen la práctica de convertir los impuestos en pobreza. Eso es lo que hace la mayoría.
La alcaldía fue un laboratorio
Es probable que muchos de sus críticos no lo reconozcan. Pero desde su propia óptica, Rodolfo Hernández considera que su paso por la alcaldía de Bucaramanga fue un gran laboratorio para experimentar lo que serán sus principales ofrecimientos cuando entre en el redil electoral de la presidencia.
“Si usted no recoge las chequeras, no es capaz de ponerle control a ese desagüe de recursos”.
–Usted ha dicho que recibió la alcaldía de Bucaramanga quebrada. ¿Por qué?
–A mí me dejaron un chicharrón. El déficit de la alcaldía era de 235 mil millones de pesos. La administración municipal tenía un sobregiro de 15 mil millones de pesos y se robaron otros 15 mil millones en causas ambientales y retención de impuestos. Con los bancos había una deuda de 285 mil millones de pesos. Me entregaron un caos burocrático con casi 3.000 funcionarios bajo la figura de CPS. Un verdadero desastre.
–¿Qué hizo Rodolfo Hernández para sanear la alcaldía?
–Recogí todas las chequeras. Si usted no recoge las chequeras, no es capaz de ponerle control a ese desagüe de recursos. Mediante decreto, giré instrucciones para que no se comprara un lápiz sin saber cuánto costaba realmente. Así podíamos tener consciencia de cuánto íbamos a pagar por ese y muchos otros productos. El objetivo era construir una base de precios sólida, segura y con justiprecio. Como recogimos las chequeras e impusimos controles, pagamos todos los robos. No podía dejar de cancelar por los engorrosos trámites judiciales, pero nos pusimos al día, pagamos todos los sobregiros, cancelamos tanto el capital como los intereses. En una palabra, logramos sanear la administración municipal.
“En mi administración hicimos 503 obras, entre grandes y pequeñas. Y dejamos andando otras 40”.
Una gestión de 503 obras
Desde su bunker, Rodolfo Hernández levanta la mirada. Trata de recorrer visualmente la moderna ciudad de Bucaramanga y agrega: Hicimos 503 obras, entre grandes y pequeñas. Y dejamos andando otras 40. De estas, quedan todavía por concluir dos o tres, pero nosotros dejamos los recursos financieros para ello. Quedaron 100 mil millones de pesos en los bancos para concluirlas. Todos esos recursos son de nuestra administración, aunque se estén ejecutando en la actual.
“En la contratación pública, lo que sucede es que los alcaldes se juntan con los concejales para robarse la plata”.
Otra propuesta: El taller de diseño
En la construcción de todas estas obras, el ex alcalde de Bucaramanga puso en práctica otra de sus propuestas para la campaña presidencial, cuando llegue la hora: El taller de diseño.
–¿En qué consiste?
–En todo debe haber taller de diseño. No se trata solo de la arquitectura. Hay que aplicar taller de diseño a la iluminación, al alumbrado, a las obras hidráulicas, al paisaje y, desde luego, taller de diseño financiero.
“En la construcción de todas estas obras aplicamos el criterio del taller de diseño y logramos bajar todos los precios, dice Hernández. Si hubiéramos construido todas estas obras por fuera, nos hubieran costado 10 mil millones de pesos. En realidad, nos costaron 2 mil millones”.
Los alcaldes y los concejales se roban la plata
Rodolfo Hernández tiene fama de no quedarse callado. Dice sus verdades, como a la gente le gusta escucharlas. Por eso tiene tantos seguidores como adversarios.
–En la contratación pública, lo que sucede es que los alcaldes se juntan con los concejales para robarse la plata. Y el diseño de la justicia está hecho para conformar lo que yo denomino la mafia del poder, que la integran también los llamados órganos de control.
–¿Cómo piensa usted cohabitar con esa mafia del poder?
–La corrupción no se va a acabar. Lo que hay que atacar es la impunidad. Si acabamos la impunidad empezamos a ganar la pelea. Como ya dije, voy a recoger las chequeras y por allí empezamos a frenar el descontrol en los gastos.
Rodolfo Hernández está claro que, en una eventual presidencia suya, los primeros dos o tres meses serán de parálisis, mientras se hacen los ajustes necesarios para aplicar los controles.
–Con todo el dolor del alma, dice el aspirante presidencial, voy a recoger las chequeras. Y verá usted que de inmediato comenzamos a tener liquidez. Y tan pronto comencemos a tener liquidez, empezamos a ayudar a los de abajo. Ese es mi propósito.
Acabar también el despilfarro
“Así como vamos a recoger todas las chequeras, vamos a recoger todos los carros oficiales”, afirma Rodolfo Hernández.
El ex alcalde y candidato presidencial sabe que hay funcionarios del Estado que tienen helicópteros y aviones a su disposición. También tienen chofer, guardaespaldas y vehículos costosos asignados, no solo para ellos, sino también para sus esposas y sus hijos.
Casi que, con indignación, Rodolfo Hernández sostiene que el departamento administrativo de la presidencia de la República gasta 4.350 millones de pesos diarios para sostener el aparato burocrático. Cuando el ex alcalde suma esa cantidad por 365 días del año, le resulta la extravagante cantidad de 1 billón, 550 millones de pesos.
“El departamento administrativo de la presidencia de la República gasta 4.350 millones de pesos diarios para sostener el aparato burocrático”.
Ahí es cuando tiene mayor convicción de que es urgente, en su gobierno, recoger las chequeras, parar el robo, controlar el despilfarro, generar liquidez, pagar las deudas y empezar a ayudar a los de abajo, es decir, a los pobres que son la gran mayoría.