
El Sábado Santo es, dentro del calendario litúrgico cristiano, el día del gran silencio. Tras la crucifixión de Jesús y su sepultura, la Iglesia permanece en oración, en espera y recogimiento. Es un día que invita a la reflexión serena, a la contemplación del misterio de la muerte, pero también a la esperanza que se gesta en medio de la oscuridad.
No hay Misa durante el día. El altar permanece desnudo, sin luces ni flores, en señal de duelo. Pero al caer la noche, los templos del mundo se preparan para recibir el acontecimiento más importante de la fe cristiana: la Resurrección del Señor. La Vigilia Pascual, que se celebra después del anochecer, es una de las celebraciones más solemnes y emotivas del año.
La liturgia inicia con la bendición del fuego nuevo y el encendido del cirio pascual, símbolo de Cristo resucitado, luz que disipa las tinieblas. Luego viene la proclamación de la Palabra, que recorre la historia de la salvación, seguida de la renovación de las promesas bautismales y la liturgia eucarística.
En el área metropolitana de Bucaramanga, cientos de fieles participarán esta noche en las celebraciones de la Vigilia Pascual. A continuación, compartimos la programación en cinco de las parroquias más representativas de la región:
📍 Parroquia San Francisco Javier – Piedecuesta, parque principal
6:30 p.m.: Concierto Piano
7:30 p.m.: Concierto Sinfónico
9:00 p.m.: Solemne Vigilia Pascual, bendición del fuego, pregón pascual, Eucaristía, bendición del agua y renovación bautismal.
📍 Parroquia San Juan Nepomuceno – Floridablanca
8:00 p.m.: Solemne Vigilia Pascual.
📍 Santuario Mariano Nuestra Señora de Guadalupe – La Cumbre
9:00 p.m.: Solemne Vigilia Pascual, Liturgia de la palabra, Bautismal y Eucarística.
📍 Basílica San Juan Bautista – Girón
8:00 p.m.: Solemne Vigilia Pascual, zona pastoral Santísima Eucaristía.
9:00 p.m.: Solemne Vigilia Pascual, bendición del fuego y el agua. Basilica.
📍 Iglesia San Laureano – Bucaramanga
7:00 p.m.: Solemne Vigilia Pascual.
El Sábado Santo no es un día vacío, es un puente sagrado entre el dolor y la gloria, entre la cruz y la resurrección. Que esta noche, cada llama encendida en los templos sea también una luz que renazca en el corazón de los creyentes, para anunciar con fuerza que Cristo vive y ha vencido a la muerte.