El que fungía como guía espiritual del Movimiento Misionero Mundial, con sede en Floridablanca, terminó estafando a la comunidad de feligreses con un terreno que compraron entre todos los” hermanos” y que estaba valorado en 350 millones de pesos al momento de la adquisición.
Como suele suceder en estos casos, los” hermanos” no solo le entregaron su alma, sino también el esfuerzo de su trabajo al pastor Omar Enrique Saiz Manosalva.
La historia de la estafa, en el nombre de Dios, sucedió en el exclusivo sector de Cañaveral, en Floridablanca. Los fieles, organizaron muchas actividades con el propósito de construir su iglesia y la casa pastoral. Cuando consiguieron el lote, este quedó valorado en 350 millones de pesos, pero fue colocado a nombre de Omar Enrique Saiz Manosalva, es decir, el pastor del rebaño.
El pastor se quedó con el lote
No es la primera vez que sucede, que los pastores se quedan con el producto del trabajo de sus ”hermanos”.
Sainz Manosalva dejó de ser el pastor o guía espiritual de la comunidad de Cañaveral, pero nunca dejó de ser el propietario del lote.
Tampoco lo destinó a construir la iglesia ni la casa pastoral. Como ya no era el pastor ni tenía a quien rendirle cuentas, optó por parcelar el lote y le fue vendiendo a terceros el producto del trabajo de sus ”hermanos”. Por esa razón es que hoy, en lugar de iglesia y casa pastoral, lo que hay allí es apartamentos particulares. Los “hermanos” del Movimiento Misionero colocaron el trabajo para recolectar el dinero de comprar el lote y el pastor terminó vendiéndolo a terceros para su propio beneficio.
El caso va a la Fiscalía
La estafa que el pastor cometió en el nombre de Dios, llegó a la Fiscalía General de la Nación.
Tras la investigación, se determinó que el pastor llegó a Cañaveral y de manera específica al Movimiento Misionero Mundial, en el año1996.
A través de diversas actividades de todo tipo, la comunidad religiosa logró en el año 2008, reunir el dinero (351 millones de pesos), para adquirir el lote donde se construiría la iglesia y la casa pastoral.