Misael Salazar F.
La Contraloría General de la República descubrió que una mujer Chimichagua (Departamento del Cesar), se hizo pasar por madre de 172 hijos para reclamar igual número de las raciones alimentarias de bienestar familiar.
Pero no fue este el único caso de corrupción que detectó la DIARI (unidad de investigación especial de la Contraloría.
Un adulto se presentó como acudiente de 195 niños de los municipios de Teorama, Hacarí, San Calixto, La Playa, Ábrego y El Carmen (Norte de Santander) y reclamó igual número de raciones alimentarias.
Otro adulto de Buenaventura (Valle del Cauca), dijo ser tío político de 134 niños y recibió igual cantidad de raciones.
Estos hechos se suman a la trama de corrupción mediante la cual se distribuyeron 28.000 raciones alimentarias de Bienestar Familiar que terminaron favoreciendo a 15.000 personas reportadas como fallecidas. El monto del fraude a la Nación por este hecho, suma más de 2 mil millones de pesos.
En Medellín se detectó, adicionalmente, que durante los meses de junio y julio debían entregarse 2.691 raciones alimentarias y no se entregó una sola. Este es otro modus operandi para estafar a la Nación por intermedio del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).
El hallazgo de la trama de corrupción beneficiando a fallecidos, se logró mediante el cruce de la data de la Contraloría General de la Nación, con la Registraduría y detectaron que unos 15.000 muertos terminaron recibiendo raciones alimentarias.
El ente de control resume estos hechos de corrupción en contra del Estado colombiano, mediante el uso de fallecidos, la utilización de acudientes con más de 100 representados o madres con 172 hijos y un bajo índice de cumplimiento de los contratos firmados con el ente oficial.