Misael Salazar F.
Veinticuatro horas después que el cuerpo de la niña Kerly Cuevas fuera hallado sin vida, los gironeses residentes en el barrio El Rincón de Girón, parte baja y en otros lugares del municipio, se reunieron en la plazoleta para rendirle un homenaje póstumo.
Con velas, globos blancos, cánticos y oraciones, familiares, amigos y vecinos de la niña, se congregaron para rechazar el crimen y rendirle tributo a esta otra víctima de la violencia y el maltrato hacia los niños.
La oración fue larga y sentida. No había ninguna razón para atentar contra la vida de esta niña, que, todos los días salía con su madre de la casa, muy temprano. Kerly se quedaba en el colegio. Su madre proseguía a su trabajo diario, como vendedora ambulante, oficio que desempeñan muchos migrantes venezolanos en Colombia y otros países de acogida.
Video del homenaje póstumo a la niña Kerly Cuevas en Girón
Este viernes, la madre de Kerly no fue a trabajar. Kerly tampoco pudo ir al colegio, porque el señor de la casa donde habitaban, aprovechó que no tenía la protección de su madre para raptarla y asesinarla.
La historia de Kerly Cuevas, se suma a la de cientos de niños que en Colombia son asesinados y maltratados a diario.
La oración colectiva de los gironeses, tenía otro objetivo, además del homenaje a la niña venezolana: Orar porque estos hechos no se vuelvan a repetir en Girón ni en ninguna otra parte de Colombia.
Cientos de gironeses se congregaron en la velatón por Kerly Cuevas
Antes de la velatón en la plazoleta, el presunto responsable del atroz crimen era imputado del delito de desaparición forzada, entre otros, pero negó su responsabilidad en el hecho.
Las pruebas en poder de la Fiscalía dicen lo contrario. Los gironeses, encabezados por su alcalde, Campo Elías Ramírez y los santandereanos, en voz del gobernador de Santander, Juvenal Díaz Mateus, reclamaron justicia lo más pronto posible.
