***La chambonería que viene caracterizando los asuntos públicos del municipio dulce, dejó el POT en el limbo jurídico y a Floridablanca en el caos urbanístico
Misael Salazar F.
Lo que sucedió con el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de Floridablanca, Segunda Generación (2018-2030), es más de lo que viene aconteciendo en el municipio dulce desde hace tiempo, donde la chambonería, antes que lo técnico y lo legal es lo que impera.
Héctor Mantilla Rueda eleva a consideración del Concejo de Floridablanca el proyecto de acuerdo No 035 de 2018 para la aprobación del POT.
Y, en efecto, el Concejo lo aprueba. “Pero lo aprueba de manera irresponsable”, según el criterio de la ingeniera civil Alba Arévalo, integrante de la unidad de trabajo voluntaria de la concejala Milady Tovar Cabarique.
El Plan de Ordenamiento Territorial cambia el uso de suelo de los sectores Ruitoque y Menzulli. Por arte de magia, estos terrenos rurales y suburbanos, pasan a ser suelos urbanos. “Pero el alcalde (Mantilla Rueda), no hizo los estudios técnicos para soportar el cambio de uso de suelo”, dice la ingeniera Arévalo y esto era lo fundamental.
El manejo que le han dado al POT de Floridablanca ha terminado en un caos urbanístico. Foto: Archivo
La irresponsabilidad de los concejales de Floridablanca estriba en que aprobaron el POT tal cual lo elaboró el exmandatario municipal, es decir, sin soporte técnico para saber de dónde iban a sacar el agua para los urbanismos, cómo sería el trazado vial, cómo se cuidaría el ambiente, entre otras variables.
-Por eso afirmamos -dice la ingeniera civil-, que privaron más los intereses políticos y económicos a la hora de aprobar el POT por parte de los concejales.
Es esta misma carencia de estudios técnicos que soporten el cambio de uso de suelo, el argumento que utiliza el Tribunal Administrativo de Santander para rechazar los artículos 20 y 21 del POT de Segunda Generación. El mismo Tribunal, en el fallo de sentencia de primera instancia, solicita la elaboración de los estudios técnicos a los cuales hace referencia la ingeniera.
En conclusión, el POT de Héctor Mantilla Rueda está mal elaborado desde el punto de vista técnico. Y al carecer de los estudios técnicos, el Concejo de Floridablanca actúa irresponsablemente aprobándolo. Precisamente por carecer de este requisito, el Tribunal Administrativo de Santander lo deja en el limbo jurídico, con todas las consecuencias que ello implica.
El POT está totalmente caído
La ingeniero Alba Arévalo termina de meter el dedo en la llaga. “Al dejar sin efecto los artículos 20 y 21, el Tribunal está dejando sin efecto el POT porque estos artículos contienen la esencia del Plan de Ordenamiento Territorial”.
Es por eso que el alcalde Miguel Moreno eleva al Concejo Municipal el acuerdo que suspende el POT de segunda generación y regresa al POT aprobado mediante al acuerdo No 068 de 2016, que a su vez compendia otros acuerdos que estaban vigentes cuando Mantilla Rueda llegó a la alcaldía.
Lo que tampoco se explica la ingeniera, es por qué Miguel Ángel Moreno esperó tanto tiempo para solicitar la suspensión del POT de Mantilla Rueda, alargando el caos urbanístico que vivió y aún hoy vive Floridablanca por la parálisis que produjo la suspensión del POT por parte del Tribunal.
En otras palabras, según el criterio de Alba Arévalo, lo que hizo el alcalde el año pasado suspendiendo el POT cuestionado, lo pudo haber hecho antes, evitando más caos y más desorganización.
