El proyecto del Centro de Gestión de Emergencia y Seguridad (Ceges), que permitirá, entre otros, perseguir con Inteligencia Artificial (IA) a los delincuentes en Bucaramanga, recibió un nuevo ‘espaldarazo’. La semana pasada, la Policía Nacional dio el visto bueno al proyecto de cámaras con IA para reforzar la seguridad de la ciudad, según informó el alcalde Jaime Andrés Beltrán.
De los cerca de $45.000 millones que cuesta el Ceges, la Alcaldía de Bucaramanga ya aprobó $7.000 millones, la Gobernación de Santander pondrá $3.000 millones, y los restantes $33.000 millones están pendientes de aprobarse por parte del Gobierno Nacional. “Quedamos en manos del Ministerio del Interior para que las cámaras con IA lleguen a Bucaramanga y el área”, aclaró el mandatario local.
El caso de Medellín: Un modelo de referencia en Colombia
La ciudad de Medellín, conocida por su proceso de transformación urbana, ha integrado cámaras inteligentes como parte de su estrategia de seguridad. Estos dispositivos permiten el reconocimiento de placas vehiculares, el análisis de comportamientos sospechosos y el monitoreo en tiempo real de zonas críticas.
Resultados alcanzados:
- Reducción significativa de homicidios y delitos en puntos estratégicos.
- Mejora en la percepción de seguridad por parte de los ciudadanos.
- Respuesta más rápida y eficiente de las autoridades ante emergencias.
Gracias a estas medidas, Medellín se ha convertido en un referente para otras ciudades del país que buscan implementar tecnologías de vigilancia más avanzadas.
Bucaramanga y el Centro de Gestión de Emergencia y Seguridad (Ceges)
El Ceges no solo será un sistema de monitoreo, sino también un gran Centro Integrado donde se enlazarán todas las cámaras existentes y nuevos dispositivos con tecnología avanzada. De acuerdo con el alcalde Beltrán, “se trata de la construcción de un centro de inteligencia en un piso del comando de la Policía Metropolitana de Bucaramanga. Allí se ubicará personal especializado que se encargará de monitorearlas”.
Una de las principales novedades será la instalación de cámaras capaces de detectar rostros y placas de vehículos, además de utilizar IA para lanzar alertas en caso de identificar comportamientos sospechosos. Este sistema permitirá el reconocimiento facial, la identificación de matrículas y la detección de actividades inusuales, ofreciendo una herramienta efectiva para combatir el delito y gestionar emergencias.
Expectativas del proyecto:
- Identificar y capturar delincuentes en tiempo real.
- Monitorear áreas de alta concurrencia con mayor efectividad.
- Incrementar la sensación de seguridad en la ciudad.
Se espera que el Ceges inicie operaciones en 2025, posicionando a Bucaramanga como una ciudad pionera en el uso de inteligencia artificial para la seguridad en Colombia.
Ventajas de las cámaras de seguridad con IA
Estas cámaras no solo graban lo que sucede, sino que también analizan los datos capturados, permitiendo a las autoridades:
- Detectar comportamientos sospechosos en tiempo real.
- Alertar automáticamente sobre intrusiones en zonas restringidas.
- Reconocer rostros y matrículas con alta precisión.
- Reducir los tiempos de respuesta ante emergencias.
Además, su capacidad para integrarse con sistemas de gestión de seguridad garantiza una vigilancia más eficiente y coordinada.
Desafíos y ética en su implementación
A pesar de los beneficios, estas tecnologías también plantean retos, especialmente en lo relacionado con la privacidad y el uso ético de los datos. Es crucial que las ciudades establezcan regulaciones claras que protejan los derechos de los ciudadanos y garanticen un uso responsable de la información recolectada.
Mirando hacia el futuro
Con iniciativas como el Ceges en Bucaramanga y los avances en Medellín, Colombia está dando pasos firmes hacia la adopción de tecnologías inteligentes en la seguridad urbana. Estas soluciones, combinadas con la participación activa de la ciudadanía y el compromiso de las autoridades, podrían marcar el inicio de una nueva era en la gestión de la seguridad pública.
El éxito de estos proyectos dependerá no solo de la inversión en infraestructura, sino también de la formación del personal encargado de su operación y del fortalecimiento de las políticas de transparencia y protección de datos. Con estos elementos en su lugar, la tecnología se convierte en una aliada poderosa para construir ciudades más seguras y habitables.