Misael Salazar F.
Antes de que sus cenizas sean depositadas junto a su esposa, en Italia, el pintor y escultor colombiano, Fernando Botero, arribó este jueves a su país natal, donde recibirá múltiples y merecidos homenajes.
En un avión procedente de París, el cuerpo del insigne colombiano arribó al aeropuerto El Dorado y desde allí fue trasladado por la funeraria Gaviria, agencia encargada de prepararlo para la gran despedida.
Ya en horas de la tarde, de este viernes, comenzará la romería para la despedida del artista que hizo famosa a Colombia a través de sus dibujos, pinturas y esculturas.
Cientos de colombianos podrán acudir a la sede del Capitolio Nacional donde permanecerá en cámara ardiente hasta el domingo.
Desde la familia del pintor y escultor, hasta la familia del presidente Gustavo Petro y el cuerpo diplomático acreditado en Colombia, acudirán a rendirle homenaje póstumo a este colombiano, tan universal como Gabriel García Márquez.
Y antes de emprender el último viaje a su Medellín del alma, Botero irá a la catedral Primada. Será esta la penúltima parada de su último viaje a Colombia.
Fernando Botero, el célebre pintor de las gordas (aunque le molestaba ese adjetivo), viajará en carro fúnebre y allí, en su ciudad natal, también será objeto de reconocimientos.
Los santandereanos y muy especialmente los bumangueses, tendremos en el parque San Pío un motivo permanente para recordar a Fernando Botero. Allí permanecerá la Gorda de Botero, como muchos le dicen.
Allí estará el recuerdo perenne de quien fue el más grande de los dibujantes, pintores y escultores colombianos: Don Fernando Botero, quien ha emprendió su último viaje.