Una mujer egipcia tomó medicamentos contra la infertilidad y terminó embarazada de 9 bebés. Foto: Blu Radio
Misael Salazar F.
Los médicos especialistas del mundo están sorprendidos: Una mujer que tomó medicamentos sin control para luchar contra la infertilidad, quedó embarazada y espera 9 bebés.
Este hecho no solo tiene sorprendida a la comunidad científica mundial. También la tiene preocupada por cuanto considera que es casi imposible que la mujer pueda desarrollar 9 bebés saludables y traerlos al mundo sin que ella o algunos de los embriones presenten problemas durante la fase del desarrollo. El dilema está en qué hacer frente a este rarísimo caso al que se enfrenta la ciencia médica.
¿Cómo sucedió?
Este insólito caso sucedió en Egipto.
Una mujer tenía problemas de fertilidad y optó por consumir medicamentos sin control por parte de los especialistas.
El resultado fue que terminó embarazada de 9 bebés, lo que sorprendió a la comunidad científica mundial.
Los médicos saben que se han encontrado con casos de trillizos, cuatrillizos y hasta quintillizos. En algunos casos han sobrevivido todos, pero en otros unos terminan vivos y desarrollándose y otros mueren en el transcurso de la etapa del desarrollo embrionario.
¿Qué hacer frente a este caso?
Con esta pregunta se enfrenta la comunidad científica a propósito de la mujer egipcia embarazada de 9 bebés.
Tienen claro los médicos que es casi imposible que la madre puede albergar 9 embriones hasta que alcancen la etapa plena del desarrollo y estén listos para nacer.
¿Pero, y entonces, qué hacer?
Pareciera duro y hasta inhumano decirlo, pero se trata de una verdad incuestionable: La vida de unos embriones, depende de la muerte de otros, porque es imposible que el útero tenga suficiente espacio y condiciones para el desarrollo de todos los 9 aspirantes a bebé.
El dilema para los médicos es qué embriones deben morir y cómo deben hacerlo.
En el centro del problema hay razones científicas, pero también éticas y médicas.
Lo primero es que hay un hecho real: La madre no puede con 9 bebés en pleno desarrollo. Sería someterla a algo inhumano.
Si se trata que unos deben morir para que otros se puedan desarrollar, surge el dilema de quién decide quiénes viven y quienes mueren. Las razones éticas entran a jugar un papel trascendental en la crucial decisión.
A todos estos problemas deben enfrentarse los médicos y la propia madre, a no ser que el propio organismo de la madre opte por una selección natural en qué embriones mueren para ir abriendo espacio en el útero para que los que queden puedan desarrollarse y crecer con las mínimas condiciones hasta que llegue el momento de su nacimiento.
Si este fuera el caso, le ahorraría a los médicos y a la comunidad científica, la decisión casi obligatoria entre la vida de unos embriones a costa de la muerte de otros. Lamentablemente, este parece ser el desenlace.
