(Opinión). Girón: Destino religioso, y ¿de movilidad?

Concejales

Héctor Hernández Mateus

Los residentes en uno de los 18 municipios históricos del país, y con énfasis en el tema religioso, próximo a celebrar actos que son asistidos y visitados los escenarios, por feligreses de todo el mundo, espera poder corresponder a ese cariño que por el municipio profesan.

No se puede ocultar el terrible daño causado por la remodelación del parque. Ello llevó a la ruina a comerciantes tradicionales que tuvieron que cerrar establecimientos y migrar a mejores horizontes.

Hoy, frente a la expectativa de reabrir el parque principal, se teme por la alta circulación de vehículos de turistas, movilidad que de por sí ya es un caos en diferentes sectores de Girón, no solo en la parte de patrimonio histórico.

El ingreso por la avenida Los Caneyes es una tortura, dada la falta de señalización u orientadores que regulen al ingreso del puente Lenguerke.

Por la zona de el barrio El Poblado es peor, por el “mercado persa” que sin control se ha desarrollado, dada la ineficacia de las autoridades correspondientes, ante el auge de las ventas estacionarias.

La movilidad es casi nula, correspondiendo a la comunidad tener la paciencia del Santo Job, y a los turistas incluir tal momento, dentro de las anécdotas del viaje.

Son varios los conceptos de personas que les duele el municipio, desde la visibilización de las anomalías hasta las posibles soluciones, de un sector antiguo que más parece un laberinto que vías de movilidad con seguridad.

Sitios como la capilla de Las Nieves, el parque principal y la glorieta del barrio El Poblado, son considerados de infarto, dado el abuso de utilización de las vías como parqueaderos, llegándose al colmo, que los puentes íconos son utilizados para estacionar vehículos de clientes de restaurantes del entorno.

Por esta época de alta visita de turistas se deberían habilitar espacios que hay en rededor del casco antiguo, con tarifas no especulativas y evacuar vendedores de los pasos peatonales; impartir conocimiento de los sitios iconos a los reguladores de tráfico y orientar con educación las alternativas de parqueo.

Todos los actores deben comprometerse en la toma y acato de normas que coadyuven a una buena movilidad y tranquilidad de propios y extraños.

No es solo con multas, y posiciones déspotas como se logra que los turistas mencionen nuestro querido Girón, debemos ser aportantes de acciones de tal manera que en el colectivo de la memoria sea positiva la visita, que es fuente de ingresos, para un amplio sector poblacional de gironeses.   

Vecinos del barrio El Poblado adelantan una solución a futuro cual es el diseño y construcción de un deprimido en el sector de la glorieta, espero que tal idea se cristalice. Para ello se requiere el apoyo municipal, departamental y la nación, por ahora un control a ese maremágnum que se vive.

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