Martín Parra
Una sorpresiva jornada de protesta por parte de conductores y propietarios de Flota Cáchira dejó este lunes a cientos de pasajeros sin servicio en Bucaramanga y otras zonas del departamento. Desde las 4:00 a.m., decenas de vehículos permanecieron detenidos en la sede de la empresa ubicada en la carrera 16 # 24-50, afectando la operación habitual hacia municipios y veredas de Santander y Norte de Santander.
La protesta, según explicó Víctor Manuel Méndez Villamizar, conductor y vocero del 15 % de los propietarios de buses, responde a nuevas disposiciones administrativas que privilegian la rotación de vehículos nuevos en las rutas más rentables. “Nos informaron que a partir del 4 de agosto los buses nuevos cubrirán las rutas con mayor demanda, mientras los nuestros quedarán relegados. Eso afecta directamente nuestro sustento”, señaló.
Los efectos no se hicieron esperar: rutas como Bucaramanga–California, que usualmente tiene nueve despachos diarios, solo logró movilizar dos buses durante la mañana. Usuarios como José Leonel Carreño, quien pretendía llegar a la Mesa de Los Santos para aspirar a un empleo, denunciaron esperas superiores a tres horas sin certeza de poder viajar.
Zonas rurales como Acapulco (Girón), Ruitoque (Floridablanca) y varios corregimientos también vieron interrumpido el servicio. Los manifestantes insistieron en su disposición al diálogo, pero advirtieron que mantendrán el cese de actividades si no hay una mesa de concertación con la empresa.
Efectivos de la Policía y funcionarios de la Defensoría del Pueblo acudieron al lugar para mediar en la situación. Al cierre de esta nota, no se había producido un pronunciamiento oficial por parte de la gerencia de Flota Cáchira.
