Misael Salazar F.
La reunión de la que tanto se ha hablado en la comunidad internacional, ente Nicolás Maduro, Gustavo Petro, Lula Da Silva y López Obrador, se realizará la próxima semana.
No hay día ni hora exacta. Pero el canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo, dijo que el cónclave será virtual y están cuadrando las cuatro agendas presidenciales para poder cumplir con esta cita de la cual se esperan acuerdos básicos para resolver la crisis venezolana.
El propio Nicolás Maduro dijo esta semana, en una alocución, que tiene el teléfono abierto esperando una reunión con los mandatarios de los tres países -potencia, gobernados por líderes de izquierda.
Al canciller colombiano dijo, además, que la reunión entre los cuatro presidentes estaba pautada en principio para el lunes 5 de agosto, pero fue imposible por problemas de agenta.
Tres interlocutores válidos
Si alguna esperanza tiene la comunidad internacional en resolver la crisis institucional generada en Venezuela tras las elecciones del 28 de julio, esta se halla depositada en las gestiones de Gustavo Petro, Lula Da Silva y Andrés Manuel López Obrador.
La OEA está descartada como mediadora por cuanto Venezuela abandonó el organismo hace varios años.
El Centro Carter -que fue invitado como veedor internacional por el gobierno venezolano- ha fijado posición afirmando que hubo fraude y negando que el sistema informático del CNE (Consejo Nacional Electoral) haya sido hackeado como dijo su presidente Elvis Amoroso.
La ONU, que también asistió como veedor internacional a las elecciones, ha fijado posición respecto al proceso, por lo cual queda descartado.
Ni hablar de Estados Unidos, que desde un comienzo dijo públicamente que Edmundo González Urrutia era el presidente electo de Venezuela. Nicolás Maduro respondió amenazándolo con quitarle los contratos firmados con empresas petroleras estadounidenses para dárselos a países integrantes de los BRICS, grupo económico liderado por China.
A diferencia de Gabriel Boric (Chile) o Javier Milei (Argentina), quienes han hablado abiertamente de un fraude electoral que habría cometido Maduro; Petro, Lula y López Obrador -conscientes de su papel como posibles mediadores- han mantenido absoluta prudencia.
Esta condición los ha convertido en tres interlocutores válidos entre el gobierno de Nicolás Maduro y los actuales líderes de la oposición venezolana, Edmundo González y María Corina Machado.
¿Qué se espera de la reunión?
Esta misma semana, los tres presidentes latinoamericanos que podrían tener las llaves para destrabar la crisis venezolana, fijaron posición a través de un comunicado público.
Primero, solicitaron a las autoridades venezolanas que den a conocer las actas electorales que supuestamente dar ganador a Nicolás Maduro.
Segundo, que dichas actas se muestren desglosadas, mesa por mesa y que sean objeto de una veeduría internacional para garantizar la validez de los resultados.
Tercero. Aunque en el comunicado hacen mención al Tribunal Supremo de Justicia, los presidentes dejan claro que el organismo responsable del proceso electoral es el CNE y es, por lo tanto, el obligado a responder por los resultados.
Por último, expresan que es necesario deponer las actitudes hostiles y marchar hacia una negociación entre el gobierno y la oposición, a objeto de garantizar la paz en el territorio venezolano.
Sobre la base de estos principios, deberá desarrollarse la reunión virtual entre los cuatro mandatarios. Como vemos, el dilema, la clave, está en lo que responda Nicolás Maduro.
